19 Dic Actitud
En mis últimos post he hablado de los valores en Rieusset y de la filosofía de trabajo que seguimos. Hoy me permitiréis que me desvíe un poco del camino que seguía porque quiero incidir en un aspecto que no sólo pienso que es básico sino fundamental para nuestra actividad diaria tanto en la empresa como al nivel personal: la actitud. Y digo que me desvío del camino porque hoy no voy a centrar el post en Rieusset ya que, aunque trabajamos en ello aún no es una realidad.
Al buscar la palabra actitud en el diccionario de la Real Academia de la lengua Española encontramos:
- f. Postura del cuerpo, especialmente cuando expresa un estado de ánimo. Las actitudes de un orador. La actitud agresiva del perro.
- f. Disposición de ánimo manifestada de algún modo. Actitud benévola, pacífica, amenazadora, de una persona, de un partido, de un Gobierno.
Se trata pues de una capacidad propia de los seres humanos con la que nos enfrentamos a las situaciones que se nos presentan en la vida. Y esto es lo que quiero tratar en el post, como nos posicionamos frente a las vicisitudes con las que nos encontramos ya que no todos respondemos de la misma manera.
Permitidme también matizar que estamos hablando de actitud (relacionado con acto) y no de aptitud (relacionado con apto). Cuando hablamos de aptitud hablamos de la capacidad o disposición para el buen desempeño de una actividad pero cuando hablamos de actitud hablamos de la disposición de ánimo para afrontar lo que nos viene, tal como hemos dicho en el párrafo anterior.
¿Y por qué quiero hablar de actitud? Pues porque de nosotros depende lo que consigamos. ¿Cuántas veces oímos que no conseguimos las cosas por qué ha sucedido esto o aquello? O incluso, ¿habéis oído hablar de los otros? Tengo la extraña sensación que si algún día encontramos a los otros tendremos la solución de todo ¿no os pasa a vosotros?
No siempre damos el paso para solucionar los problemas con los que nos encontramos y las excusas, si, repito, las excusas para no dar ese paso, son muchas y variopintas. Desde que no es mi responsabilidad hasta que no me he dado cuenta. En el mayor número de casos una mejor actitud por nuestra parte permitiría resolver muchas cosas de forma más simple y rápida que sin ella.
Pero ¿de dónde sacamos esa actitud?
Sencillamente, de nosotros. “Simplemente” y lo pongo entrecomillado porque no es fácil, hemos de querer hacerlo, hacerlo y, si es posible, hacerlo con alegría.
Y si creéis que no tenéis una buena actitud ¿sabéis que podéis formarla?
Recuerdo una entrevista en La Contra de La Vanguardia del 28 de febrero de 2014 donde, en una entrevista a Lluís Soldevila –consultor formador de habilidades directivas y de actitudes de alto rendimiento-, este decía que “si ejercitas tu cerebro en modular actitudes diversas durante 21 días consecutivos, sabrás adoptar automáticamente la actitud idónea en todo lance”.
Entonces ¿Qué tenemos que hacer? Una sola cosa: ¡ACTUAR!
Podemos escoger entre ser espectadores y que los demás decidan por nosotros o protagonistas, decidiendo nosotros lo que creemos que hemos de hacer. Porque tengamos claro una cosa y es que “uno es lo que hace pero también lo que deja de hacer”.
Seguro que habréis escuchado más de una vez que “Uno no sabe lo que puede hacer hasta que lo intenta”. Pues intentémoslo. Aún a riesgo de equivocarnos. Claro que sí. “Los errores no existen; sólo son decisiones sobre las que tenemos algo que aprender”.
Pero ¿Cómo yo voy a poder cambiar algo con lo complejo que es todo? Pues actuando sobre aquello que podemos influir. No podemos impedir que llueva pero si podemos coger un paraguas para no mojarnos.
La actitud es tan importante que si midiéramos cuanto valemos veremos que la actitud es un potenciador que nos hará mejores o peores.
Victor Küppers, formador y conferenciante, explicó en una de sus conferencias, la siguiente fórmula para establecer el valor de una persona:
(CONOCIMIENTOS + HABILIDADES) * ACTITUD
Y nos dijo que, evidentemente, para todo en la vida hacen falta conocimientos y habilidades y tenerlos hace que ambos sumen para ser mejor persona. Pero lo que realmente hace que te distingas del resto es la actitud que adoptamos ya que la actitud multiplica.
¿Qué actitud vais a tener vosotros?
Fabricamos: | Conoce a Rieusset: |