03 Jul 6 meses del Impuesto del plástico
Han pasado 6 meses desde que se empezó a aplicar el impuesto sobre envases de plástico no reutilizables y nos hemos reunido con Josep Picola, Director Financiero de Rieusset, para que nos explique cómo ha sido para la empresa la adaptación a este nuevo impuesto.
¿Cuál es el objetivo del impuesto?
Reducir el uso de los envases de plástico no reutilizables. Con este impuesto se está intentando forzar a las empresas que generan estos envases no recuperables a que los utilicen en mucha menor medida y/o que los sustituyan por otros tipos de envases sin plástico o bien que puedan ser reutilizables para el mismo propósito para el que fueron diseñados.
En este sentido, el grupo Gerosa, del que forma parte Rieusset, también valora como prioritarias todas las acciones que nos impulsen hacia una mayor sostenibilidad y en defensa del medioambiente.
¿Crees que se conseguirá cumplir dicho objetivo?
Es muy difícil saberlo, dependerá principalmente de la capacidad de las empresas para encontrar materiales sustitutivos.
Este es un punto importante, puesto que no todo se puede sustituir por otro material a un coste y calidad que sea viable. Hay muchos requisitos a nivel de seguridad y sanidad que hacen muy difícil sustituir envases plásticos por papel o cartón, u otros materiales, sin impacto medioambiental.
Se busca un reciclaje y una economía circular de estos materiales, pero… ¿Realmente estamos técnicamente preparados para reciclar o recuperar tantas toneladas de material? Una cosa es lo que deseamos y la otra es la capacidad de poderlo hacer.
El impuesto, por ejemplo, no grava el plástico reciclado, pero actualmente este plástico apenas permite abastecer la necesidad de plástico usado como embalaje y/o retractilado. No existe capacidad para ser suministrado como producto semielaborado que se utilice para los envases no recuperables. Por tanto, se debería haber potenciado estos recursos con anterioridad, para ahora tener capacidad de utilizar plástico reciclado.
¿A quién afecta el impuesto?
Afecta a infinidad de empresas, puesto que todas usamos plástico de una manera u otra, al menos como embalaje, como el plástico para retractilar los palés o los productos que entran y salen.
Sin embargo, vía repercusión de costes, el impuesto acabará perjudicando al usuario final, no solo a las empresas. Por lo tanto, si es un impuesto que acaba afectando al usuario final… ¿Por qué no se aplica directamente al usuario final en el momento de la venta? Y que a la vez sea compensado cuando re-incorpora estos envases al ciclo de recuperación de plásticos.
¿Cómo fueron los inicios de la aplicación del impuesto?
Antes de nada, es necesario recordar que su entrada en vigor fue el 1 de enero de 2023, pero hasta 15 días antes todavía había una gran incertidumbre de si entraría en vigor o no. Se hicieron muchas solicitudes por parte de gremios y asociaciones para que se volviera a considerar por su complejidad y falta de Reglamento que desarrolla el articulado de la Ley. Además, somos el primer país de la Unión Europea en aplicarlo.
Dicho esto, el primer paso fue leer la ley, conocerla y ver en qué medida nos afectaría. Es una ley difícil de interpretar correctamente o de tener certeza de si se está aplicando bien, ya que:
- Existen infinidad de aplicaciones del plástico, plástico adherido a papel u otros materiales.
- Es necesario interpretar si estamos ante un envase no reutilizable.
- La ley tiene algunas excepciones, ciertas situaciones en que determinados productos pueden no estar sujetos a este impuesto. Se tuvo que ir analizando y ver en qué casos nos afectaba la Ley.
En nuestro caso, este impuesto nos afecta principalmente al comprar materias primas en la UE, y la repercusión del impuesto a los clientes de España. Para los clientes de fuera de España el impuesto es deducible en el momento de la salida del material fuera del país.
En términos prácticos, ¿Qué ha supuesto para Rieusset la implantación del impuesto?
Hemos hecho adaptaciones informáticas para empezar a trabajar con este nuevo impuesto. Se ha tenido que modificar el software, porque es una información que la ley también obliga a reflejar en las facturas o bien en certificados aparte.
Además, debido al impuesto, tenemos que enviar a la Agencia Tributaria registros informáticos de todos los movimientos de compra de productos plásticos semielaborados adquiridos en la Unión Europea y todas las ventas de productos conteniendo plástico que salen de España. Esta información se tiene que enviar cada mes en registros informáticos a la Agencia Tributaria. No se pueden volcar datos agregados, tienen que ser individuales. Es decir, se tiene que adaptar todo el sistema informático para poder recopilar y tratar toda esta información y enviarla a la Agencia Tributaria. Claramente, todo este proceso es laborioso. En este punto se ha concedido un periodo de adaptación de 7 meses, el 31 de julio se tendrán que entregar todos los registros del primer semestre del año.
Por otro lado, tuvimos que plantearnos un dilema… ¿Qué hacemos con las tarifas de precios? ¿Las modificamos a causa de este impuesto? ¿Mantenemos las tarifas y reflejamos el impuesto como un elemento aparte? Nosotros hemos optado por mantener las tarifas y reflejar el impuesto aparte, pero probablemente acabará integrándose en la tarifa de precios.
Este impuesto también afecta a nuestro análisis de costes, es un efecto interno, pero también es considerable. Es una complejidad añadida que altera todos los análisis que teníamos previos, y que también se han modificado.
¿Ha tenido alguna afectación para vuestros clientes?
Si, toda la cadena productiva se ve afectada por el impuesto. Los clientes también tuvieron la necesidad de modificar sus sistemas informáticos para darle cumplimiento. Los primeros meses fueron difíciles para todos.
¿Habéis recibido alguna ayuda o soporte por parte de la administración para la implantación del impuesto?
No hemos recibido ningún tipo de ayuda y, menos, económica. En cuanto a soporte, en la página web de la Agencia Tributaria hay información, pero no acaba siendo del todo suficiente. También existe la posibilidad de hacer consultas a la administración, pero no es muy ágil.
¿Crees que es una medida efectiva?
Creo que no es la más efectiva y, además del gran trabajo y costes que supone, implica la obligación de gestionar este impuesto a las empresas, prácticamente a todas las empresas, muchas de las cuales no tenemos poder de decisión para reducir los envases no reutilizables, y en cambio, nos acaba afectando de una forma importante. Por lo tanto, yo hubiera buscado un mecanismo diferente, sin afectar a la mayoría de empresas que no tienen la capacidad de influenciar en el cambio de la utilización de estos materiales o envases.
¿Qué futuro prevés con esta medida?
Yo tengo la esperanza de que en algún momento lo retiren. Esto no quiere decir que no tengamos la necesidad de reducir el uso en algunos casos del plástico. Pero los recursos que se quieren recaudar con este impuesto, bajo mi punto de vista no deberían comportar una complejidad añadida para todo el sector industrial, debería encontrarse una fórmula que no provocara un excesivo coste de adaptación en comparación con el importe a recaudar.
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