26 Sep Cómo influye el color del envase en la decisión de compra
El packaging de un envase es una de las herramientas estratégicas de ventas que diferencian un producto de su competencia en el punto de venta. Influye en decisión de compra, y es uno de los motivos por los que el usuario lo elige, o lo rechaza. Es, como hablamos en otro de los artículos de Rieusset, el “amor a primera vista” entre las marcas y los consumidores.
La forma de un producto, su llamada a la acción o el material con el que se haya diseñado son aspectos importantes que pueden convencer al usuario para que lo compre. Pero hay otro factor fundamental que no debe pasar desapercibido, y es el color.
Como veremos en el post de hoy, el color juega también una parte importante a la hora de persuadir al usuario. Según un estudio, alrededor del 85% de los compradores toman decisiones rápidas sobre los productos que desean adquirir en función del color. Éste influye y mucho en nuestro estado de ánimo, en nuestros sentimientos y en la manera de percibir las cosas. Esta asociación se hace, como veremos más adelante, a través del subconsciente. Es éste quien versa unos valores u otros a un producto en función del color con el que esté diseñado. Un envase llamativo y con colores vistosos tiene más posibilidades de ser elegido que otro cuyo color sea inadecuado o apagado. Y nos dice, además, a qué categoría pertenece. Veamos algunos ejemplos:
- Los colores rojos o anaranjados denotan energía, vitalidad, alegría, pasión. Seguro que todos pensamos en refrescos o perfumes.
- Las tonalidades más azuladas expresan tranquilidad y seguridad. Suele ser muy recurrente en empresas que tienen que generar confianza, como el caso de bancos o aseguradoras.
- El verde indica equilibrio, ecológico, saludable, muy utilizado en alimentación sana
- El negro es sinónimo de poder, elegancia, riqueza. ¿No os vienen a la cabeza bebidas Premium o productos gourmet?
- El blanco, en cambio, se asocia con productos que quieren emanar paz, pureza, honestidad, estilo. Suele utilizarse mucho en cosmética y belleza o productos lácteos.
Se habla a través de los colores, por lo que elegirlo bien y de forma meditada es esencial. Y es que para diseñar un producto, los colores deben proyectar el mensaje que queremos que reciba nuestro público objetivo. En este sentido, cada vez son más las empresas que ponen más esfuerzos y recursos en tratar de influir en el comportamiento de los clientes mediante los colores de los envases.
Pero, ¿por qué razón nuestro subconsciente se fija tanto en las tonalidades cromáticas? Tiene una explicación lógica e inherente al ser humano. Según un estudio, entre un 80% y 90% de la información que recibe y procesa nuestro cerebro proviene del sentido de la vista. Esto se debe a que en nuestros ojos se encuentran el 70% de los sensores receptores de información. Y aún hay más. Expertos afirman que nuestro cerebro tarda sólo 2,5 segundos en decidir sobre una compra. Si nuestro producto llama la atención a simple vista, tendrá más posibilidades de ser elegido frente a otro de la competencia.
El color de un envase cumple varias funciones
Ahora podemos entender mejor por qué el color es uno de los principales elementos que conforman un packaging. Y, como ya hemos comentado, influye directamente en cómo percibe el usuario dicho producto y la decisión de llevárselo. Esto, a su vez, está relacionado con el impacto sobre las ventas. Y es que los colores no se usan porque sí en un envase bien estudiado y diseñado, cumplen varias funciones fundamentales:
- Llamar la atención del usuario
- Construir la identidad del producto
- Establecer la personalidad de marca
- Diferenciarlo de la competencia
- Otorgar información sobre qué va a encontrarse en su interior
- Aportar información emocional
- Crear un vínculo con los usuarios
Pero curiosamente el usuario es consciente del mensaje que el color de un producto transmite. Pero no por ello se reduce su eficacia. Los valores penetran igual de forma involuntaria en nuestro cerebro. De ahí la “magia” de los colores.
Si estás pensando en lanzar o rediseñar un producto, recuerda que los colores establecen una conexión no escrita entre la marca y el usuario. Por ello, elígelo bien. Ya que marcará la visión que los clientes o potenciales clientes tengan de tu producto de ahora en adelante.
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