16 Oct La importancia del packaging en e-commerce
El comercio online es una realidad en cualquier rincón del mundo, y está además en auge. Según las últimas cifras presentadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), el comercio electrónico supera en España los 7.700 millones de euros en el tercer trimestre de 2017, un 26% más que el año anterior. Entre los sectores de venta online más dinámicos encontramos las agencias de viajes y operadores turísticos, seguidos por el transporte aéreo, las prendas de vestir, los hoteles, el transporte terrestre o espectáculos artísticos, deportivos y recreativos.
e-commerce y nuevas oportunidades de venta
Consecuencia de este aumento del comercio online, llegan nuevas oportunidades. Aparecen nuevos modos de comercializar los productos y, en lo que atañe a Rieusset, nuevas formas de envases y packaging. Y es que entre los retos a los que se enfrenta actualmente la industria del embalaje, destacamos no sólo el e-commerce en sí. Existen otros desafíos que giran alrededor del mismo, tales como:
- Mejorar la experiencia de uso del consumidor en torno al packaging.
- Crear embalajes cada vez más personalizables y adaptados a las necesidades y preferencias de los usuarios.
- Liberar la capacidad de imaginación con la finalidad de marcar la diferencia ante tanta competencia.
- Analizar si se puede mejorar toda la cadena logística, desde la producción, almacenaje o transporte, hasta las entregas, la agilidad de las mismas y el impacto medioambiental que implique en todo el proceso
Y, además:
- Producir envases cada vez más sostenibles y respetuosos con el medio ambiente.
Por otro lado, la venta online online genera incertidumbre y expectativas en el usuario. Éste ha comprado un producto y no sabe cómo será al llegar. Una vez se lo entregan es, de nuevo, la primera impresión la que cuenta, y ésta es causada ni más ni menos que por el packaging. Es el primer contacto entre el envase y el consumidor, es la primera impresión, la que más cuenta.
Así pues, lo primero que tiene que percibir el usuario al tener el producto en sus manos es:
- Cómo es la empresa: lo ideal es que el packaging dé información sobre una empresa sólida, sensata, seria…
- Seguridad: imagínate que el embalaje llega roto. Lo primero que nos viene a la cabeza es que lo que vamos a encontrar dentro, no va a ser nada bueno…
- Calidad: un embalaje hecho con productos de baja calidad, hace que inevitablemente pensemos que el producto que está en el interior será igual.
Sabemos que cada producto tiene sus particularidades y no habrá dos iguales en el mercado. Cada producto, y el packaging que lo contenga, va a tener características únicas, sus públicos objetivos serán o pueden ser distintos, así como sus valores, su forma de almacenarlos y de repartirlos. Es por esto que se hace difícil clasificar y poner en una lista los principales aspectos que un buen packaging para un e-commerce debe tener, pero vamos a hacerlo.
Aquí van algunos de estos aspectos aplicables a todo packaging para e-commerce:
- Hay que tener en cuenta el ciclo de vida del producto. Esto es desde que sale del lugar en el que está almacenado, hasta que llega a manos del cliente. Por ello es importante pensar en el transporte, en las condiciones de temperatura, en la fragilidad del producto, etc.
- Hay que fijarse bien en el material que se va a utilizar: esto viene directamente relacionado con el medio ambiente. Es por ello que trataremos de utilizar materiales reciclados y reciclables, respetuosos con nuestro entorno.
- Personalízalo: si incluye una referencia que apele directamente a la persona que lo ha comprado, sería mucho más agradable ¿no?
- Be original, my friend: emociona y vencerás. Preocúpate no sólo de crear un bonito packaging por fuera. También trata de impactar mientras lo está desenvolviendo y cómo está dispuesto por dentro. Emociónalo y crea para cada usuario una experiencia única y positiva para que recuerde tu producto.
- ¿Y si además de bonito es útil? Si un packaging además de atractivo puede reutilizarse o coleccionarse, su valor aumenta, ya que permanecerá “vivo” mucho más tiempo.
En definitiva, el packaging es una oportunidad para transmitir los valores que la empresa quiere que perciba el usuario. Además, éstos tienen que sorprender y captar la atención, de manera que consigamos seducir y fidelizar al usuario. Un cliente contento vale por mil y puede convertirse en un altavoz en redes sociales. Pero llegar a tal nivel de satisfacción no es fácil. Se necesita experiencia que se adquiere con cada envío, se necesita mucho tiempo y mucho trabajo estratégico. Pero sobre todo, se consigue escuchando al propio cliente, sólo así se podrá extraer conclusiones y nuevas ideas para mejorar en el futuro.
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