27 Sep Los valores en Rieusset

Este verano hemos podido disfrutar de los Juegos Olímpicos de Rio donde hemos vibrado con nuestros equipos o atletas preferidos, donde hemos disfrutado viendo a los mejores en todos los deportes y donde nos hemos emocionado viendo el esfuerzo que cada uno hacía para alcanzar la meta o las lágrimas que derramaban por no conseguirlo.

Las olimpiadas están llenas de imágenes que nos quedan en el recuerdo y en estas olimpiadas de Rio y entre otras no menos llamativas a mí me han llamado la atención algunas que os quiero reseñar. Por ejemplo, la del corredor japonés Kuniaki Takizaki que demostró más alegría que el propio ganador de la maratón masculina a pesar de entrar en penúltima posición. Y es que en su historia encontramos que este atleta popular japonés que, al no tener marca para participar en unos Juegos por su país, se nacionalizó camboyano en 2011 para poder realizar su sueño.

O la semifinal de 5.000 m femeninos donde dos atletas, la neozelandesa Nikki Hamblin y la estadounidense Abbey D’Agostino se ayudaron mutuamente a finalizar la carrera tras una caída.

O la retirada de Adelinde Cornelissen, holandesa, que se retiró del concurso de doma porque su caballo Parzival sufrió la picadura de un insecto que le llevó a encontrarse mal. Ella, ayudándole en su recuperación, pasó el día con él, durmiendo en su establo –“No iba a dejarle solo” dijo después- para, finalmente, con tal de protegerlo de posibles daños por no estar en condiciones, renunció al concurso a pesar de tener opciones de podio.

Y es que, durante los 15 días que duran las olimpiadas, además de presentarnos el mejor espectáculo deportivo mundial, nos recuerdan los valores sobre los que se basan: excelencia, amistad y respeto.

• Excelencia para dar lo mejor de uno mismo.
• Amistad para lograr el entendimiento mutuo entre las personas.
• Respeto a uno mismo, a los demás y a las normas entre otros.

Dice la Carta Olímpica textualmente: “Al asociar el deporte con la cultura y la formación, el Olimpismo se propone crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo del buen ejemplo, la responsabilidad social y el respeto por los principios éticos fundamentales universales”

Y viendo las olimpiadas vi el reflejo de esta manera de vivir en Rieusset, donde si bien no nos enfocamos para una ventana de 15 días, actuamos del mismo modo para el trabajo del día a día. De esta manera, competimos para ganar cuota de mercado a nuestra competencia, nos esforzamos para ser los que mejor producimos un producto, nos formamos para ser los mejores en nuestro puesto de trabajo.

Y todo este trabajo lo hacemos enmarcados en unos valores que primero como individuos, después como sociedad y, finalmente, como empresa tenemos o adoptamos para nuestro quehacer del día a día.

En Rieusset trabajamos bajo el Código Ético del grupo Gerosa donde recogemos nuestros valores fundamentales sobre los que cimentamos nuestra manera de ser. Son los siguientes:

• Respeto al individuo
• Profesionalidad y valoración de las personas
• Cooperación
• Honestidad
• Integridad moral
• Transparencia
• Objetividad
• Diligencia
• Atención a las necesidades y a las expectativas legítimas de los interlocutores internos y externos
• Interrelación con la colectividad y con sus órganos representativos
• Compromiso constante con la investigación y el desarrollo para fomentar la búsqueda del diseño estratégico con el máximo grado de innovación
• Lealtad ante la empresa y sentido de permanencia
• Uso comedido de los bienes y de los recursos de la empresa
• Respeto y tutela del medio ambiente
• Seguridad, salvaguarda de la salud y condiciones de trabajo

Y es a partir de esta base donde Rieusset trabaja diariamente para poder ofrecer sus productos y servicios a los clientes aportando su experiencia, su expertise y su especialización. Todo ello, con el mayor nivel de calidad del mercado, con la más alta flexibilidad a través de un servicio a medida que se genera con un aprovisionamiento inteligente y una consistencia en el plazo de entrega y con una cultura de mejora continua que permita seguir mejorando sin parar.

Como en los Juegos Olímpicos, en Rieusset tratamos de dar lo mejor de nosotros mismos, comprender tanto a empleados, como clientes y proveedores y respetar a todos los miembros de la cadena de suministro así como las reglas establecidas tanto legales como acordadas con los diferentes estamentos a los que nos debemos.